sábado, 19 de enero de 2013

Todo o nada, de Mario Testino

Este es el libro de una exposición que le hicieron a Mario Testino en el Museo Thyssen.
Desde mi punto de vista, sobran los textos de los políticos que se quieren apuntar el tanto y bla bla bla, pero supongo que esto es intrínseco al mundillo del arte y las exposiciones en las que te hacen un libro.

La entrevista a Mario, muy bien, aunque me parece que ya sabe qué hay que responder en ciertas situaciones o ante ciertas preguntas, parece que Mario se mueve como pez en el agua en ese mundo.

Las fotos... preciosas. Luz, composición, vestuario, modelo, ¡sus fotos lo tienen todo! (Ejem, perdonad, debe ser la envidia). Es admirable cómo Mario Testino ha desarrollado su carrera y ahora puede admitir sin tapujos que cuando empezó no tenía ni idea de la técnica suficiente para llevar a cabo ciertos encargos que le llegaron, pero que fue fundamental que ciertas personas confiaran en él para que lo hiciera. Fue su lotería profesional. Después de ese par de apuestas por él, las cosas le empezaron a ir mejor, y de mejor a fantástico. Creo que muchos de nosotros envidiamos su vida, aunque no sepamos cuál es su día a día en realidad (*por cierto, tendencia muy extendida en nuestros días, sobre todo con ras redes sociales*).

En fin. No hay nada que decir respecto de las fotografías de Mario Testino, salvo que os sentéis a mirar cualquier libro suyo y disfrutéis durante... el viaje.

Guy Bourdin Polaroids

Las Polaroids son las Polaroids...
Es decir, son las pruebas que antes utilizaban los fotógrafos para ver si la foto del carrete iba a quedar bien o no, lo que pasa es que para hacer un libro de Polaroids hay que elegir las buenas, a no ser que alguna mala aporte algo, y aquí parece que han cogido lo que han podido, porque algunas fotos quemadas o rayadas o dobladas también las han incluido, y no veo qué pueden aportar esas fotos. Quizás el biógrafo de Guy Bourdin pudiera aclararme esto, pero yo, así a primera vista, solo veo fotos malas. Pero claro, ¡si son Polaroids!

En fin, las malas son pocas, las demás son fotografías correctas de las pruebas durante las sesiones que hizo y es curioso ver las similitudes entre este libro y el que me leí anteriormente (*más abajo*). Hay alguna imagen inédita, pero todavía no me considero muy ilustrado en Guy Bourdin para decir esto, así que tampoco me arriesgaré demasiado, ya que en internet tampoco hay demasiada imaginería de este fotógrafo de moda parisino.

Un dato curioso: Las Polaroids son a tamaño real.

Creo que esto es como todo: hay que ser un experto en algo para querer ver (y poder entender) las minucias de alguien, y las Polaroids lo son, así que voy a ponerme un negativo por comprarme este libro de manera algo pretenciosa y con demasiada antelación, antes de conocer mejor la obra (y la vida) de Guy Bourdin.

Ahora me toca investigar más, mirar más y volver a este libro cuando ya haya hecho los deberes y haya visto muchos más trabajos de él.

Toca otro libro de Guy Bourdin, ¿no?
¿Pero cuál?
Bueno, tampoco hay demasiado donde elegir, eso facilita las cosas, pero este hombre me gusta mucho para que haya tan poco publicado. Hay que conformarse.

¡Me voy a la librería!

Guy Bourdin. [Ed. Phaidon]

Antes de empezar quiero comentar que estos libros de Guy Bourdin los he comprado a través de Amazon, y no en tiendas aquí. La sorpresa (agradable) es que Amazon cobra el 4% de IVA, mientras que en cualquier librería española te cobran el 21% de IVA, la verdad es que no sé cuánto cobraban antes, pero estoy seguro que rondaría el 8% o incluso menos (por ser un artículo del ámbito cultural). ¿Conclusión?, que probablemente compre mucho más a menudo en Amazon. Y lo siento mucho por las librerías, sobre todo por las grandes, porque no pienso ir a comprar.

Bueno, ahora vamos con Guy.

Sorpresa: El libro es más pequeño de lo que me esperaba (apenas un palmo de alto), es lo que tiene comprar por internet; pero como lo que me importaba era el contenido, he de decir que "mancantao". Me han gustado las fotos, el texto introductorio (ni muy largo ni muy corto ni muy pretencioso) y la biografía final, justo lo que andaba buscando. Ahora probablemente empiece a buscar libros más grandes, en las que se vean las fotos con más detalle... vamos, un "libro objeto", eso que deseamos tantos.

Descubrir a Guy Bourdin (fotógrafo de moda) ha sido tan agradable como cuando empecé a aficionarme con Helmut Newton: todas sus fotos me fascinaban de alguna manera; la diferencia es que Guy Bourdin tiene algo más de técnica (vamos, por el estilo), y parece que ser francés le dé cierta aura misteriosa y bohemia que le hace interesante.

"Menos mal que se murió", podríamos decir, porque él no quería publicar ningún libro y pretendía mantenerse en el anonimato de las celebridades fotográficas, incluso rechazó algún que otro premio. Pero después de su muerte, en 1991, su trabajo no podía quedarse enterrado en cajones, así que creo que su hijo, Samuel Bourdin, sirvió de canal para que algunos libros salieran a la luz. Gracias Samuel, las fotos de tu padre son la ostia en vinagre.

Así que... os recomiendo tener algún libro de Guy Bourdin en vuestras estanterías, sobre todo aquellos que queráis beber de la fotografía de moda que marcó los derroteros por donde vamos ahora.

Toda una lección.

jueves, 10 de enero de 2013

Pierre Gonnord

Este es el libro de otra exposición: la que Pierre Gonnord hizo en Salamanca.

A los que nos interesan los retratos solemos mirar a las personas con cierta curiosidad, a sus caras, a sus ojos, a sus arrugas. He de reconocer que yo me he interesado por el retrato desde hace poco, antes solo miraba encuadres. Luego pasé a la fase de sólo mirar iluminaciones, y después vino la de los retratos. ¡Qué simple parece hacer un retrato y qué difícil es hacer uno que de verdad "llegue"!

Hay varios retratistas "buenos", y yo empiezo a hacer acopio de sus libros. He empezado por Pierre Gonnord, quizás porque me recuerde a las obras de los pintores holandeses de hace cuatro siglos, pero resultan estar hechos con una cámara digital; que, por cierto, no parece ser una cámara muy buena, ¿no?, por la "mala" calidad de las copias... corregidme si me equivoco pero, o bien es la cámara o bien el retoque (veo fallos por todas partes).

Técnica aparte, los retratos son espectaculares, la manera de encontrar a esas personas es muy... "bohemia": cualquier persona que le llamara la atención era susceptible de ser su siguiente retrato, y no importaba si se la encontraba en un bar, o por la calle, Gonnord le abordaba, le convencía y se lo levaba al estudio.
(*Al muy cabrón le dieron la beca de París y utilizaba el estudio que dan como estudio fotográfico, y allí se llevaba a los retratados, donde probablemente charlarían, se tomarían algo; vamos, creaba un ambiente ideal*).

En fin, me voy a callar porque se me empiezan a ver las envidias.

Está bien tener en las estanterías algún libro de Pierre Gonnord, seguro que es un referente para mucha gente.

A mí me ha sabido a poco.

Vanity

Este es el catálogo de una exposición que pretendía sacar a la luz la colección de fotografías de moda del fotógrafo alemán F.C. Gundlach.

El mismo coleccionista (Gundlach) añade a la colección fotos propias, esto puede parecer un poco ombliguista, pero es que sus propias fotos no están nada mal (véase la foto de portada, sin ir más lejos).
El libro no está mal, hace un repaso curioso a lo que ha sido la fotografía de moda desde los años 30 hasta nuestros días, digo curioso porque la colección no pretende hacer historia de la fotografía de moda, sino hacer acopio de buenas fotografías, escogidas con gran acierto por su estética y su técnica. Obviamente, se nota que el coleccionista es fotógrafo: tiene buen ojo.
(Y probablemente sólo se valga de su refinado instinto para adquirir obra).

Eso sí, excepto la entrevista a Gundlach, los textos son un poco coñazo.

Un buen libro de fotografía de moda... por unos 35€.

martes, 27 de noviembre de 2012

Henri Cartier-Bresson. El disparo fotográfico. De Clément Chéroux

Es un libro rápido de leer, no sé bien si es por lo interesante o por lo corto, pero vamos, me lo he leído en dos ratos.

La vida de Cartier-Bresson, por si alguien no la conocía esta es una buena oportunidad para saber algo más. Relata la vida del fotógrafo de una manera no lineal que hace la lectura entretenida; incluye algunas curiosidades y datos significativos. No es una biografía demasiado exhaustiva, pero lo suficiente como para calmar la curiosidad de fotógrafos y no fotógrafos que les interese saber sobre este grande de la fotografía.

Y barato, por unos 8€ lo tienes en casa.

No cuento nada en concreto porque hacerlo sería resaltar una parte de manera aleatoria, es preferible que lo leáis en primera persona y os empapéis de las diferentes épocas que han rodeado a Cartier-Bresson y cómo le moldearon como fotógrafo y como persona.

Recomendable. Ideal para una tarde de asueto calentito en el sofá con la merienda en la mesita y la mantita en las piernas... o para el metro.
;-)

lunes, 1 de octubre de 2012

1000 Nudes

Parece mentira lo bien que iluminaban antes los fotógrafos, aunque pensándolo bien, en realidad las técnicas de iluminación no han avanzado demasiado, quizás la tecnología, ahora tenemos luces mucho mejores, pero la técnica sigue siendo la misma. La técnica y el cuerpo, porque las personas no cambiamos mucho en 200 años y un desnudo siempre será un desnudo.

Lo curioso de esto es lo obsceno que nos parezca ese desnudo. Estas fotografías que muestra el libro de Taschen, barato, por supuesto, (y muchísimas gracias por ello), eran totalmente escandalosas en su época, de hecho, la mayoría eran ilegales. Hoy en día nos parecen desnudos normales, pero claro, ya hemos pasado por la era Playboy y Penthouse, Hustler, Lib, Interviú, y otras muchas que han acostumbrado a la vista la presencia de estas imágenes de desnudos femeninos, pero la realidad, simple y cruda, con que la fotografía mostraba los cuerpos a principios del siglo XX escandalizaba a las personas que miraban estas fotos, porque no estaban acostumbradas a ver esas cosas fuera del ámbito más íntimo (incluso juraría que muchas veces, ni eso), así que en este caso, la tecnología acarreó un cambio en la mentalidad de las personas del mundo desarrollado que ha tardado más de cien años.

Cambió muchas cosas. Los pintores ya no necesitaban ser fieles a la realidad en sus cuadros, así surgieron movimientos como el cubismo o el surrealismo. La psicología y la psiquiatría se desarrollaron y el erotismo de las imágenes, y sus posibilidades fue explotado por el nacimiento de una nueva publicidad, que dio paso a las estrellas de cine. Hoy en día se nutren unas de otras, pero estas disciplinas fueron surgiendo de manera escalonada, una detrás de otra, aunque muy deprisa, acorde a los tiempos.

Una revolución tan rápida no se puede digerir bien si uno lo vive en primera persona y no se informa convenientemente, así que está muy bien que de vez en cuando alguien publique libros como este que nos recuerden cómo empezó todo. Porque las cosas suelen tener un modesto comienzo, a menudo sencillo, y estoy seguro de que la fotografía antes de 1900 no soñaba con ser, ni de lejos, lo que es hoy.